Pescado destacado de la quincena: La Sardina

Sardina pilchardus

Sardina

La sardina o Sardina pilchardus, resalta por ser de los pescados azules y grasos más codiciados de la costa mediterránea y más especificamente, la Marina Alta de Alicante. Este pescado de aspecto muy similar al boquerón pero de mayor tamaño suele ser abundante en el Mediterráneo y el Atlántico de mayo a octubre pero se suele consumir durante los meses de verano, donde son especialmente grasos y se potencia aún más su sabor.

Gastronómicamente se encuentra muy cotizada y goza de gran prestigio culinario. Presenta una carne blanquecina de consistente textura y potente sabor graso que la vuelve uno de los manjares del verano. Además presenta grandes propiedades nutritivas, como su gran fuente de vitaminas A y D en conjunto con sus grasas saludables.

Se trata de una especie que habita formando bancos o cardúmenes alejados de la costa, acercándose más en la época de reproducción. Suele ser atrapada mediante artes de cerco, limitando su captura a ejemplares superiores a los 11 cm de longitud.

Y, a continuación, podemos observar una elaboración con la sardina como protagonista que representa uno de los grandes manjares veraniegos de la comarca.

Sardina a la plancha

Ingredientes:

  • 250 g de sardinas enteras o limpias por dentro (al gusto)
  • Sal gorda
  • 1 chorrito de aceite de oliva 
  • 1 rodaja de limón (opcional)

Elaboración:

Para comenzar, necesitaremos unos 250 g de sardinas por persona (4 o 5 unidades) que según la preferencia las usaremos enteras o limpias por dentro. Lo primero que haremos con ellas será secarlas generosamente con sal gorda por todos lados. Luego, las dejamos reposar un buen rato para que cojan sabor.

A la hora de preparar las sardinas, calentamos una plancha a fuego fuerte engrasada con un poco de aceite de oliva y espolvoreamos un poco de sal gorda sobre la plancha. 

Dejamos que las sardinas se hagan unos 3 o 4 minutos por cada lado, hasta que estén doradas al gusto y estemos seguros de que quedan bien cocinadas pero jugosas en su interior. 

Servimos las sardinas recién hechas, opcionalmente con una rodaja de limón para rociarlas con unas gotitas de su zumo para darle un toque fresco y emplatamos.

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